sábado, 28 de enero de 2012

La negación Borreguista del Holocausto

Desde el momento en el que apareció la primera edición del doctrinario ultraderechista Derrota Mundial del mexicano Salvador Borrego Escalante, uno de los principales objetivos de su autor de dura raigambre cristera neo-fascista fue el tratar de exonerar por todos los medios propagandísticos posibles al sátrapa alemán Adolfo Hitler (en cuyo homenaje escribió el libro) de su más grande crimen, el Holocausto de millones de seres humanos. Simple y sencillamente, no era posible rescatar lo que quedaba de las cenizas del Nazismo germánico incorporándolas con fines de propaganda a la nueva ultraderecha que se estaba formando en Latinoamérica sin taparle al carnicero supremo su más grande crimen, porque la pregunta lógica era: ¿por qué, si el Nazismo era algo tan bueno, terminó produciendo monstruos de semejante calaña capaces de cometer sin el menor remordimiento crímenes de tal magnitud? Lo cual, a su vez, habría desalentado a los reclutas que se pensaba inducir para la conformación de los ejércitos invisibles con los cuales los ultraderechistas de México planeaban irse apoderando del gobierno federal de México incrustando con el paso del tiempo a sus caballos de Troya en posiciones clave. En la España fascista del dictador totalitario Francisco Franco, convertido en tirano vitalicio de la península ibérica gracias a la ayuda militar que recibió de Hitler (la cual no fue correspondida por el ingrato dictador de ultraderecha español cuando Hitler empezaba a perder la guerra), Joaquín Bochaca hizo lo mismo con su libro “El mito de los seis millones”, al igual que otros ultraderechistas hacían lo mismo en otros países como Inglaterra y Argentina.

Por regla general, la ignorancia de revisionistas endurecidos como Salvador Borrego en cuestiones de datos históricos es colosal, tomando en cuenta mucha información relevante que está notoriamente ausente en sus escritos. O bien son ignorantes, lo cual los descalificaría para ponerse la toga y el birrete doctoral que pueden portar orgullosamente con la frente en alto aquellos que sí han emprendido una carrera universitaria acumulando tras décadas de arduo trabajo honores y reconocimientos (ni Salvador Borrego Escalante ni Joaquín Bochaca ni David Irving ni otros de su calaña pueden anteceder sus nombres con el apelativo de “Doctor” porque no lo son, nunca lo fueron, lo cual nunca les ha impedido el andar presumiento conocimientos supuestamente enciclopédicos pero que examinados a fondo no son más que una colección gigantesca de patrañas); o lo que es peor, han actuado de mala fé mintiéndole deliberadamente a sus lectores tratando de hacerles creer que sus distorsiones y mentiras son “la pura verdad” ante lo que ellos llaman despectivamente “la Historia oficial” urdida según ellos con todo dolo y mala fé para desprestigiar injustamente a Hitler y a sus hienas uniformadas. En los escritos de Salvador Borrego, los cuales distan mucho de ser neutrales e imparciales, no se puede esperar encontrar ni siquiera referencia a temas tan importantes como la Conferencia de Wansee, precisamente en donde se fijó la agenda para la implementación del asesinato colectivo de millones de seres humanos que terminaron sus vidas en los hornos crematorios de los dementes ultraderechistas alemanes. ¿Quieren más pruebas? Pues que lean otros materiales como los que se han publicado aquí, o que al menos se reconozcan y acepten como lo que son, propagandistas al servicio de una causa internacional maldita que comenzó utilizando como pretexto un fraude literario ruso y que terminó sumándole muchas otras mentiras y fantasías de su propia cosecha.

Ultimadamente, no es indispensable que ninguno de los pseudo-literatos apologistas de Hitler y Himmler lean todo lo que desmiente sus obras propagandísticas. Basta con que tomen un vuelo directo a Alemania para estar presentes en el momento preciso en eventos como el siguiente:

Recuerda Alemania Holocausto con un discurso de superviviente
Milenio.com
27 de enero del 2012

Con un discurso del crítico literario y superviviente del gueto de Varsovia Marcel Reich-Ranicki:




ante el Parlamento germano, Alemania recordó hoy el Holocausto judío con motivo del 67 aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz, el 27 de enero de 1945.

En presencia del presidente de Alemania, Christian Wulff, la canciller federal, Angela Merkel, y los miembros de su Gabinete, Reich-Ranicki recordó su juventud como judío encerrado en el gueto de la capital polaca y las deportaciones masivas a los campos de exterminio.

El anciano, de 91 años, necesitó la ayuda del propio Wulff y del presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Vosskuhle, para acceder y abandonar posteriormente el púlpito de la cámara baja, el Bundestag.

De origen polaco, el más reconocido de los críticos literarios germanos explicó que lo que los nazis calificaron como un “traslado de los judíos, fue en realidad una deportación, una deportación de Varsovia con un solo fin: la muerte”.

Reich Ranicki relató que, como traductor en la administración del gueto, tuvo conocimiento de los planes para las deportaciones de los judíos con antelación y de que los empleados y sus familiares del consejo judío serían excluidos de esa medida.

Es por ello, según explicó, que ese mismo día contrajo matrimonio con su novia Teófila, con la que estuvo casado 69 años hasta su muerte en 2011.

La intervención de Reich-Ranicki impresionó hasta tal punto a los congregados en el Bundestag, entre ellos varias clases de escolares alemanes, franceses y polacos, que a su término se produjeron varios minutos de silencio, interrumpido por aplausos contenidos.

Anteriormente y en la apertura de la sesión, el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, honró expresamente a aquellos ciudadanos de Alemania que plantan cara a la ultraderecha y el 'neonazismo'.

“Son gentes que dan ejemplo y muestran valor”, dijo Lammert, quien recordó también a la célula neonazi descubierta el pasado otoño, a la que se culpa del asesinato de nueve ciudadanos extranjeros y una policía.

El presidente de la cámara baja comentó igualmente que estudios recientes revelan que un 20 por ciento de la población alemana tienen convicciones “antisemitas latentes” y que esos planteamientos no son aceptables en este país.

El Parlamento alemán dedica todos los años desde 1996 esta fecha a recordar la liberación de Auschwitz y recordar la memoria de las víctimas del genocidio cometido por los nazis, no solo contra los judíos, sino contra otras minorías étnicas y sociales como los gitanos o los homosexuales.

Otros actos en memoria de las víctimas del Holocausto tuvieron lugar esta mañana ante los memoriales erigidos en distintos campos de concentración nazi en territorio, germano como el de Sachsenhausen y el de Ravensbrück.

Si los mismos alemanes que son descendientes de aquellas hienas y chacales que hundieron a la humanidad en una de sus peores locuras en el siglo XX reconocen y aceptan la realidad del Holocausto, ¿entonces por qué no hacen lo mismo los fanáticos endurecidos como Salvador Borrego cuya basura, en vez de contribuír para ilustrar sobre lo que realmente sucedió en aquellos terribles años, para lo único que ha servido es para la creación de sociedades secretas conspiradoras de extrema derecha como la Organización Nacional del Yunque y los Tecos de Guadalajara? (de las cuales por cierto nunca hablan ni hacen mención alguna en sus escritos denunciándolas como deberían de hacerlo si realmente fueran congruentes con sus falsas posturas anti-conspiratorias -el tema favorito de estos dementes es el de la mitológica gran conspiración judía masónica comunista-); porque para tipos como Salvador Borrego y Joaquín Bochaca así como sus alucinados seguidores, si las conspiraciones secretas son de extrema derecha y si se llevan a cabo con la finalidad de resucitar nuevamente la locura ideológica de Hitler, entonces deben ser “muy buenas”. Fue precisamente esta clase de gente desinflada la que floreció y prosperó en los tiempos de auge del Tercer Reich, como también fue precisamente esta clase de gente cuya funesta obra terminó dejando a Europa en ruinas. Igual que como México está siendo arruinado tras una década de panismo-Yunquismo en el poder. En última instancia, sobre la ceremonia luctuosa llevada a cabo por prominentes figuras del gobierno alemán el 27 de enero del 2012, Salvador Borrego y Joaquín Bochaca y otros por el estilo tal vez simplemente dirían: “Es que todos los que estuvieron presentes en esa ceremonia eran cripto-judíos, masones o comunistas, todos ellos, sin exceptuar a ninguno, incluyendo a los niños que llevaron consigo al evento”. Así es como piensa esta gente de mentalidad cerrada y nada los hará cambiar jamás de parecer, a grado tal que es más fácil enseñarle a un asno matemáticas (y no nos estamos refiriendo a un “asno” en el sentido aplicado a los niños “burros” en la escuela, sino a los verdaderos asnos usados como bestias de carga porque no sirven para más) que tratar de convencerlos de que el industrial Henry Ford se inspiró directamente en el fraude literario ruso Los Protocolos de los Sabios de Sión para hacer su propio fraude titulado El Judío Internacional, lo cual le valió ser condecorado por Hitler y lo cual le valió haberle dado las justificaciones ideológicas suficientes al criminal dictador alemán para que enviase a los hornos crematorios a millones de seres humanos sin remordimiento alguno.